Seguro que durante tus rutas por el Parque Nacional has visto construcciones hechas de piedra sin uso de argamasa. Esta técnica se conoce como piedra seca y su diversidad es asombrosa: muros delimitando caminos, aterramientos de laderas, casetas, refugios pastoriles, pozos de hielo, cobertizos para animales, fuentes, puentes, etc.

En 2018, la UNESCO reconoció esta técnica como Patrimonio Cultural Inmaterial, pues engloba multitud de conocimientos, soluciones constructivas y tradiciones milenarias. 

Esta forma de construir ha creado paisajes humanizados de valor excepcional en países como Croacia, Chipre, Francia, Grecia, Italia, Eslovenia, España y Suiza.

El Pirineo cuenta con magníficos ejemplos y también el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, especialmente en los valles de Vió y Puertolas. 

Aunque son pocos los "pareteros" que conocen la técnica, aún se sigue utilizando.

También existen programas de formación y voluntariado. Un ejemplo es el "Proyecto Mallata", fruto del trabajo conjunto del Geoparque Mundial UNESCO Sobrarbe-Pirineos y el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Se llevó a cabo en 2017 y un grupo de voluntarios trabajó en la recuperación de la mallata Carduso, en la Montaña de Sesa.

Cuando regreses a estas montañas y pases junto a una de estas construcciones, te animamos a que te detengas, la observes con calma, con respeto, e imagines a quienes un día la levantaron, piedra a piedra, con el único fin de asegurar la supervivencia de su casa, su pueblo y su valle.