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El valle de Pineta se puede visitar durante todo el año, ofreciendo en cada estación una experiencia única e inolvidable. A continuación, te ofrecemos algunos consejos para que puedas aprovechar y disfrutar al máximo del valle de Pineta durante todo el año.

pineta en primavera

Primavera

Con el deshielo y las lluvias, los ríos y torrentes cobran vida, y las cascadas se multiplican y alcanzan su máxima expresión. Es una época ideal para el senderismo, aunque conviene evitar zonas con nieve o hielo, siempre y cuando no se vaya con el material necesario y se tenga la preparación suficiente. 

Verano

Es la estación perfecta para realizar multitud de rutas, pudiendo acceder a lugares a mayor altitud, siempre y cuando hayan desaparecido los neveros y no existan factores de riesgo. Destacan rutas como la ascensión al Balcón de Pineta o al Ibón de Marboré, aunque para ello se requiere de buena forma física y contar con el material adecuado. No olvidemos que la en la alta montaña, la meteorología es muy cambiante. 

pineta en verano
Pineta en otoño

Otoño

Año tras año, los bosques se visten de gala, convirtiéndose en el gran protagonista. Hayas, avellanos, arces, fresnos, abedules y sauces tiñen el fondo del valle con una asombrosa paleta de colores: dorados, rojos, ocres y amarillos. La mayor explosión cromática suele producirse a mediados de octubre.
Las lluvias frecuentas y abundantes vuelven a alimentar a los ríos y torrentes, mientras que la nieve regresa poco a poco a las cumbres. 
 

Invierno

La estación del silencio y la quietud. El valle parece dormido, bajo una atmosfera cristalina. La nieve y el hielo dominan el paisaje, que adquiere un aura de serenidad. Sin embargo, la montaña exige prudencia: el riesgo de aludes y la presencia de placas de hielo en caminos y calzadas hacen imprescindible extremar la precaución. Se debe evitar caminar por las zonas de mayor riesgo de avalancha. 

Pineta en invierno