ORDESA-VIÑAMALA
El Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MaB), creado por la UNESCO a principios de los años 70, establece una base científica para mejorar la interacción entre las personas y su entorno, promoviendo la sostenibilidad en las relaciones entre el ser humano y la naturaleza.
Las Reservas de la Biosfera, creadas en el marco de este programa, buscan conciliar la conservación de la diversidad biológica y cultural con el desarrollo socioeconómico. Estas reservas integran a la población humana y sus actividades con la naturaleza, en áreas ecológicamente representativas o de valor único.
La Reserva de la Biosfera Ordesa-Viñamala, al igual que el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, son referentes en la conservación y gestión de espacios naturales, siendo pioneros en España y el mundo. Esta Reserva fue la primera declarada en nuestro país, junto con la de la Sierra de Grazalema, ambas en 1977.
Ordesa-Viñamala amplió sus límites en 2013, pasando de 51.000 ha a las más de 117.000 ha actuales.
Tanto la Reserva como el Parque Nacional adoptan un enfoque de gestión participativa, involucrando a instituciones públicas y privadas, así como asociaciones y ONG en la toma de decisiones, desarrollo de objetivos y ejecución de proyectos. Los impulsados por la Reserva están más vinculados al desarrollo sostenible de la población local, mientras que el Parque Nacional se enfoca en la conservación, uso público y desarrollo de los municipios y habitantes del territorio.