¿Jugamos a encontrar las diferencias? Aquí puedes ver dos fotos del mismo lugar, con un encuadre aproximado y separadas por más de 100 años. La foto en blanco y negro fue tomada por el pirineista Lucien Briet.
Obsérvalas con calma…
¿Ya has localizado los cambios? ¿Reconoces el sitio?
Si has visitado el CAÑÓN DE AÑISCLO, seguro que has hecho la ruta de la Ereta de Bies, recorriendo el puente y la ermita rupestre de San Úrbez, el río Bellós o la cascada del río Aso.
Pero hay un detalle que suele pasar desapercibido. Entre la densa vegetación y casi oculto, se encuentran los restos del MOLINO DE ASO, en la margen derecha del río Aso y a escasa distancia de la famosa cascada.
Durante muchas décadas de los siglos XIX y XX, desde varios pueblos del valle de Vio se transportaba con caballerías el grano cosechado en sus campos. El molinero hacía trabajar la maquinaria, movida por la fuerza del agua, para obtener un producto tan esencial como la harina.
La ÚLTIMA MOLIENDA tuvo lugar en 1965. El molino también sirvió para generar electricidad para los pueblos del entorno. Su CIERRE DEFINITIVO llegó en 1970.
La próxima vez que vuelvas al cañón de Añisclo, fíjate bien. Engullido por la maleza, todavía se conservan los muros del viejo molino. A través del silencio de sus piedras, todavía podrás escuchar las voces y sonidos de un lugar lleno de vida y actividad, clave para muchas generaciones del valle.