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El Valle de Escuaín

escuain

A los pies del macizo de las Tres Marías y la imponente mole de Castillo Mayor se extiende el valle de Escuaín, compartido por los municipios de Puértolas y Tella-Sin.


Su aislamiento y carácter agreste, sumados a su riqueza natural y cultural, lo convierten en un auténtico santuario, donde la presencia humana se remonta a la prehistoria y ha dejado huellas imborrables a lo largo de los siglos.

vistas en escuaín

Su geografía es abrupta y de marcados contrastes. La gran protagonista es la garganta de Escuaín, por cuyo interior discurre el río Yaga, afluente del Cinca, al que vierte sus aguas junto al Hospital de Tella.

El relieve de Escuaín es fruto de la erosión de las calizas del macizo de Monte Perdido. Aunque los glaciares del Cuaternario modelaron las zonas más elevadas, es el agua tanto superficial como subterránea el agente dominante en la configuración de este singular paisaje kárstico.

Gran parte del agua de lluvia y del deshielo se filtra en el interior de la montaña a través de grietas y oquedades, generando un asombroso mundo subterráneo de cuevas, simas y galerías. Estos ríos ocultos emergen a través de surgencias, fuentes y manantiales, entre los que destaca la emblemática Fuente del Yaga.

El sistema subterráneo de Escuaín supera el kilómetro de desnivel y alberga decenas de kilómetros explorados, siendo uno de los más relevantes de Europa.

Pero si la roca es protagonista, no lo es menos la fauna que habita los cortados y roquedos. Entre las aves, sobresale el quebrantahuesos, una de las especies más emblemáticas del Parque Nacional.

En las laderas, las praderas y antiguos campos de cultivo siguen siendo pasto del ganado, clave para la conservación del paisaje y su biodiversidad.

Escuaín es un ejemplo de interacción armónica entre naturaleza y ser humano. El pastoreo tradicional, los bancales abandonados y la arquitectura tradicional confieren al valle una personalidad única. Lejos del bullicio, ofrece una experiencia serena, donde aún se respira la esencia del Pirineo más auténtico.