El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido está integrado en la Red de Parques Nacionales españoles y Geoparque Mundial UNESCO Sobrabe-Pirineos. Asimismo, constituye el núcleo de la Reserva de la Biosfera Ordesa-Viñamala. 

Junto con los circos glaciares del Parc National des Pyrénées, forma parte del Bien Patrimonio Mundial UNESCO Pirineos-Monte Perdido.

Su compleja orografía se articula en torno al macizo de Monte Perdido/Treserols, 3.348 m, siendo la cumbre calcárea más elevada de Europa occidental. En Treserols se identifican tres cimas: Cilindro, Monte Perdido y pico Añisclo o Soum de Raymond.

De este núcleo central derivan, a modo de brazos, sus cuatro valles principales: Ordesa (río Arazas), Añisclo (río Bellós), Escuaín (río Yaga) y la cabecera del valle de Pineta (río Cinca). 

El área de influencia (Zona Periférica de Protección) que rodea al parque incluye otros valles: valle de Bujaruelo en la cabecera del río Ara, la solana del valle de Vió, el barranco Airés en el valle de Puértolas, la parte media del valle de Pineta y su afluente el barranco de La Larri. 

La dilatada historia geológica y morfológica, junto con un clima singular, han dado como resultado una elevada altitud y la presencia de escarpadas pendientes. 

El paisaje muestra grandes contrastes. En las zonas altas predomina la extrema aridez de los desiertos kársticos, donde el agua de lluvia y deshielo se filtra bajo el suelo a través de grietas y sumideros.

En los fondos de los valles, cubiertos por una vegetación exuberante, el agua está siempre presente, saltando en forma de cascadas y barrancos. 

La gran diversidad de ambientes y paisajes del Parque ya fue ensalzada por ilustres personajes como Louis Ramond de Carbonnières, Soler i Santaló, Lucien Briet, Ricardo del Arco, Lucas Mallada, Franz Schrader, entre otros. Sin su legado, no sería posible comprender y disfrutar plenamente de este excepcional espacio protegido, que es, al mismo tiempo, espacio protector.